Mensaje de Kuthumi
Para todos los niños que llevamos en nuestro interior
Por Montse Macaná
Dulces niños, bellos seres!
Vuestro
ser, vuestra luz está siendo llamada. Vuestro ser debe despertar a las
consciencia, y debe hacerlo respectando la verdadera naturaleza del ser de
luz que anida en vuestro interior.
Debéis respetar y
honrar la inocencia de vuestra luz. De vuestra alma. Debéis permitir que
aflore al exterior, desde su pureza sin maldad, sólo con inocencia e
incondicionalidad.
Sois maravillosos seres de luz, que decidisteis reprogramar vuestro ser, materializándolo en esencia humana.
Debéis
recordar y no olvidar lo que verdaderamente sois: luz blanca, llena de
paz y amor, que busca la unión entre todos los seres. Porque todos
procedemos de una misma fuente, de una misma luz.
Sed
honestos con lo que os pide vuestro ser. Desarrollad vuestros dones y
aptitudes desde la conciencia, sabiendo en todo momento, quienes sois, y
por qué hacéis lo que hacéis.
Ningún sentido tiene, cuando actuamos erróneamente, movidos por impulsos terrenales. Que busquemos culpables de nuestros actos.
Debemos actuar desde las consciencia, para así poder responsabilizarnos de la manera como actuamos. Sólo nosotros somos nuestros jueces, y debemos ser conscientes de las consecuencias de nuestros actos, sin reproches.
Somos
seres de luz, por ello es importante no olvidar para que hemos venido.
Todos tenemos un plan trazado a la perfección, y todos los implicados en
él, han sido elegidos con minuciosidad y consentimiento.
Todos
los que estamos relacionados, directamente o indirectamente con un
determinado plan de vida, ya sabíamos a qué y por qué veníamos. Por ello,
es sólo responsabilidad nuestra el que desarrollemos o no, nuestra misión,
según lo establecido.
Para ello, pedimos a nuestros guías y
guardianes, que velaran por nosotros, a la vez que pedíamos que actuaran
únicamente en caso de extrema necesidad, o cuando lo pidiéramos
conscientemente.
Por ello, os digo y recuerdo la importancia y relevancia de vuestras peticiones.
Decretad
tres veces aquello que necesitáis o deseáis, pero hacedlo desde la
conciencia, sabiendo porqué lo pedís. Porque todas vuestras peticiones, van
unidas a unas consecuencias, que debéis estar preparados para aceptar. De
ahí la importancia de pedir desde el corazón, no desde la mente, ni desde
impulsos bajos y desesperados.
Recordad que todo lo
que acontece en vuestra vida terrenal se da para que aprendáis, crezcáis,
evolucionéis y elevéis vuestra vibración al estado que vosotros
pedisteis. No olvidéis que todo está pactado, que todo forma parte de un urdido y minucioso plan, al que llamamos plan o misión de vida.
Cuanto antes pongáis conciencia en vuestra vida, antes conectaréis con vuestra misión.
Para
ello, debéis proceder según lo establecido, y no saltaros ninguna pauta.
Recordad que para vuestra elevación, es importante e imprescindible que
conectéis con vuestro verdadero ser, a travésdel amor. Debéis ser capaces
de perdonar, agradecer y enviar luz y amor con sinceridad, humildad y
honestidad.
La conexión con vuestras emociones bajas
(dolor, rabia, desesperación, odio, rencor, furia …) no hace más que
anclaros a la tierra, no permitiendo que vuestra verdadera naturaleza
de amor salga a la luz, y pueda manifestarse para ayudaros a ascender.
No
podemos pretender elevar nuestra vibración, sin antes haber purificado
nuestro ser, y haberlo liberado de las cadenas que lo oprimen y anclan a
la tierra.
La liberación de esas ataduras es tarea
nuestra. Por más que busquemos, por más herramientas que vayamos
almacenando a lo largo de nuestra vida, de nada nos servirá, si no
entendemos que el cambio sólo lo hacemos posible, a través de nuestra
aceptación y nuestras ansias, ganas de cambiar.
La apuesta por el cambio surge de nuestro interior, de nuestro corazón. Pero el cambio es nuestro, no de nuestro alrededor. El cambio en nuestro entorno, únicamente se dará cuando cambiemos en nuestro interior.
Muchos
de vosotros ya lo habéis experimentado. Otros estáis en ello. No debéis
sucumbir ante la desesperación, porque todo es posible, si asílo deseáis y
estáis dispuestos a ello.
Recordad que vinimos solos y nos vamos
solos. Los que nos acompañan, únicamente lo hacen mientras dura nuestro
viaje terrenal. De ahí la importancia de reconocer quienes son nuestros
compañeros de viaje. Algunos sonde por vida, otros son simples
acompañantes en algunos trayectos, otros son simples mensajeros.
Debemos
reconocer nuestro ser, y nuestros semejantes, porque apesar de que todos
somos iguales y provenimos de la misma fuente, nosotros escogimos a los
que más nos convenían para el plan de vida que hemos venido a hacer.
También
es decisión nuestra, a través del libre albedrío, el conectar o no con
nuestra misión de vida. Sólo nosotros decidimos si queremos seguirla o
no. A veces la conexión con este plan no es fácil, depende de lo
que vengamos a experimentar, y dependerá también de los karmas que
arrastremos.
A mayor pureza, mayor facilidad para conectar con vuestra misión. No
es fácil, nadie dijo que lo fuera, pero nosotros nos comprometimos a ello,
y tarde o temprano, debemos rendir cuentas, ya sea en esta vida, o ante la
justicia divina.
No temáis nada, porque nada hay que temer.
El tribunal de justicia ha existido siempre, y su misión no es otra que
la de velar porque las acciones que hayamos hecho sean valoradas
correctamente. No juzgadas, porque no podemos ni debemos juzgar, dado que
actuamos según creemos más conveniente por las circunstancias del
momento.
Recordad, bellos seres, que debéis disfrutar del
camino, debéis dejaros fluir, debéis exprimir el momento. Sacad el máximo
provecho de vuestra estancia en la tierra. No es más que una parada en
la que la mayoría de vosotros habéis estado más de una vez.
Sed
conscientes de vuestras limitaciones terrenales, y sed conscientes de que
vosotros marcáis el límite. Intentad ser generosos con los límites, para
permitir que haya fluidez en vuestra vida. La fluidez necesita de
una elasticidad, la cual viene determinada por lo transigentes que seáis
con vuestras limitaciones.
Recordad y no olvidéis ser
generosos con vosotros mismos. Debéis quereros y abrazaros primero, para
así querer y abrazar a los demás. Y de esta forma, ellos podrán quereros y
abrazaros como deseáis y necesitáis.
Todo lo que esperamos de los demás debemos llevarlo nosotros a la práctica primero, porque nosotros actuamos como espejos.
Debemos
reflejar en nuestro espejo lo que deseamos y queremos, para que sea
visible para los demás. Así pues, debemos procurar que nuestra imagen
refleje lo que se encuentra en el interior de nuestro corazón:
amor, comprensión, humildad, generosidad … luz.
Dejemos que la LUZ sea lo que los demás vean en nosotros, y luz vamos a recibir. Recordad
que recibimos aquello que damos. Así pues, seamos generosos y regalemos
luz y amor. Sólo así recibiremos aquello que realmente queremos y
anhelamos. Nuestra realidad empieza por la aceptación y por predicar con el ejemplo.
Seamos honestos y sinceros, y todo sucederá.
Queridos y bellos hermanos de luz, soy Kuthumi y os quiero!
Canalizado por Montse Macanás el sábado, 13 de octubre de 2012.
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