JESUS EL CRISTO
La grandeza de mi Padre.
Por María Ruso 28-11-2012
Yo
soy Jesús el Cristo, amadísimos hermanos os saludo y vengo a vosotros
, a través de esta alma, la que escribe, mis vibraciones de luz, y
siente mi presencia en su corazón, ardiente de sed de fuego y
amor por mi.
Me
presento ante ella, desde mí sagrado corazón, que arde de amor por
vosotros, y el deseo profundo de abrazaros y albergaros en mí, en
esta, mi venida triunfal.
Que no será igual a la anterior, en la cual habéis quedaros impregnados con mi crucifixión.
No
miréis la cruz, sino vuestro templo de luz, que yace en vuestros
corazones, allí encontrareis todos los misterios revelados, por mi, en
aquel tiempo, en que los hombres no comprendían bien mis
enseñanzas de luz. Pero, guiados por el espíritu divino, seguían mis
pasos, y se asombraban así mismos, de reconocer a s-u Padre, en mi
divina presencia.
En mi sagrado corazón y en el corazón inmaculado de mi Madre, se encuentra la respuesta a todos vuestros interrogantes.
Durante
varios siglos, he hablado desde mi corazón y mi Santa Madre, en sus
advocaciones, os ha pedido, que os refugiéis en su corazón.
Que serán puestos de manifiesto, una vez que se produzca la unión de nuestros corazones a los vuestros.
Esta es la grandeza de mi Padre.
En
estos tiempo, donde el tiempo apremia, El ha deseado esto desde el
comienzo, que sus hijos adorados, se conviertan en humanos divinos, y
lleven el sello que los identifico desde los inicios de todo lo
creado.
Este
sello, se halla, en vuestros corazones, y es el Encuentro sublime de
vuestra divinidad. Mi Padre ha guardado en vosotros el amor inmenso que
os identifica como hijos de mi Padre, es un código secreto, que se
activara de inmediato con la llegada de las frecuencias de
luz, produciendo la activación de vuestras consciencias. Mi consciencia
crística morara en la vuestra.
Mi corazón sagrado hallara refugio en el vuestro, al igual que en el corazón de mi santísima Madre.
Os
puedo deciros, que es
el amor, mas grande que podéis recibiros, es el amor que no se
manifiesta con palabras. En la contemplación y la confianza plena de
sentiros definitivamente amados.
Tenéis
un templo sagrado, un manantial de amor, inagotable, que
ahora, permanece abierto a las más sutiles energías cristalinas que se
transformaran, por el solo abandono a la luz.
En
verdad os digo, amados hermanos. Hoy más que nunca, pronto veréis, que
podéis realizar las mismas cosas, que mi Padre me enseño, y una vez
os he anunciado a vosotros, y así se
esta cumpliendo según lo establecido.
Hermanos, el
momento ha llegado de mirarnos cara a cara, de corazón a corazón, no
habrá mas sombras oscuras, que empañen vuestro vivir.
La Vida será pleno disfrute.
Aquellos que alberguen
Pureza de corazón, recibirán pureza. NO
habrá otra vibración en contrario, porque no correspondería al nuevo orden divino.
Será
la nueva era dorada de luz, y ella marcara un nuevo hito en la
historia de la humanidad, como ha pasado, después de mi partida, un
antes y un después.
Bienvenidos, amadísimos hermanos, sean bendecidos, os espera la grandeza de mi Padre.
Yo soy, el que yo
soy, Cristo Jesús.
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