JESÚS: "Bajasteis En Cuerpos Físicos Que Os Restringen"
"JESÚS" Bajasteis En Cuerpos Físicos Que Os
Restringen
a través de John Smallman - 2 de Noviembre de 2012.
Vosotros
sois seres sintientes de energía de enorme poder y capacidad creativa
que habéis optado por limitaros severamente a vosotros mismos por un
corto tiempo dentro del medio ambiente ilusorio en el que actualmente
estáis experimentando la vida.
Tienes
la posibilidad de manifestar tu presencia en cualquier lugar que
elijas, y estar allí tan pronto como se haga esa elección.
Dónde estás ahora es el resultado de una elección que hiciste y a la que continúas adhiriéndote.
Siempre
tienes la libertad de cambiar de opinión, y en breve decidirás
despertar a la realidad, dejando que la ilusión y todo el bagaje
psíquico y emocional que adquiriste mientras estabas allí desaparezca,
olvidado y desestimado.
A
medida que avanzas hacia este evento, significativo y sorprendente –
significativo y sorprendente, ya que es totalmente inimaginable en tu
irreal reino presente de sueños desagradables y perturbadores – que
consiste en la liberación de los lazos que te atan a tu actual estado de
conciencia limitada.
Estas ataduras son las actitudes o creencias que están en conflicto con el amor incondicional.
Están
tan acostumbrados a juzgar mal a los demás y tratar de probar que
estáis en lo correcto, que esas distracciones del ego son muy difíciles
de ignorar, y mucho menos descartar.
Pero son ataduras que deben y serán desamarradas para liberarte del sufrimiento y la limitación.
Debido a que sois seres divinos, uno con el Padre, tu voluntad está alineada con la de
Él, y su voluntad es que despiertes a tu estado totalmente consciente y natural. Por lo tanto, lo harás.
Actualmente,
es muy difícil para vosotros concebir la realidad y lo que significa,
porque bajasteis en cuerpos físicos que os restringen horriblemente en
miles de formas.
El
verdadero tú, el Ser que es uno con Dios permanece totalmente conectado
a la Fuente, pero el tú encarnado y egoísta, es demasiado pequeño para
contener una conciencia de ese estado divino, y por lo tanto experimenta
sólo la ilusión y todos los problemas y cuestiones que ésta presenta en
cada momento.
Irreal
como es, todavía te facilita un conjunto muy convincente y
aparentemente real de imágenes, y es difícil distanciarse de ellas y
centrarse por completo en tu ser espiritual inmortal – el verdadero tú.
Al
orar o meditar permites que la orientación de tu verdadero Ser penetre
en tu conciencia humana, en mayor o menor medida, dependiendo de cómo te
las arreglas para aquietar la mente humana.
Esta llega a través de sugerencias intuitivas que prueban ser válidas, y como sentimientos de elevación,
confianza, fe, optimismo y amor por todos.
Puede
ser como una cálida sensación de comodidad y seguridad que es
absolutamente resistente a todo lo que está sucediendo a tu alrededor.
En
tu estado físico encarnado no eres capaz de mantener esa sensación
porque la Luz que posee es demasiado poderosa para que tu cuerpo le
pueda hacer frente por cualquier cantidad de tiempo.
Lo que sí retienes es la memoria de la misma, lo que fortalece tu fe y te ayuda a seguir
llevando y compartiendo una reducida manifestación de la luz que tu Padre colocó en tu interior en el momento de tu creación.
Esa
manifestación está contigo permanentemente mientras paseas con
incertidumbre a través de la ilusión, en busca de la salida, y la
orientación intuitiva o las ideas con que se presenta son para ayudarte a
encontrar tu camino a casa – a ti mismo.
Al
encontrar tu propio camino (el camino de cada uno es precisamente
adecuado para la persona que lo está siguiendo, y para nadie más) tu
ayudas a todos aquellos con los que tienes alguna forma de contacto para
que hagan lo mismo.
Esa
es tu tarea, y con cada pensamiento amoroso, palabra o acción en la que
te involucras, te mueves más en el camino y, por lo tanto, estás más
cerca de tu despertar.
No hay vuelta atrás para ti porque hace mucho tiempo tomaste la decisión final de volver a la realidad.
La
ayuda resultante que estás recibiendo de tu Padre a través de tus guías
y ángeles asegura que ningún accidente puede ocurrir que te desvíe de
tu camino.
Así
que está seguro que estás protegido de cualquier cosa que pueda
causarte daño. “Daño” sería fracasar en despertar, y eso no puede
ocurrir.
Tu hermano que te ama, Jesús.
Traducción: Rossana Carmona
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