Sanando nuestros agujeros negros emocionales
Por Jennifer Hoffman
26 de Julio 2016
¿Alguna vez estaban tranquilos, ocupándose de sus propios asuntos cuando,
de pronto, recibieron una llamada o un mensaje que les provocó un tsunami
emocional? De repente, su vida, que un minuto antes iba perfectamente, parece
desbordada a nivel emocional y se sienten tan disgustados, tan enfadados, tan
confusos o tristes que, sin saber cómo, se ven abocados a un “bajón” de
emociones negativas.
O quizá, un día están escuchando la radio, suena una canción que les
recuerda su primera ruptura amorosa y se echan a llorar durante horas. ¿Qué
está pasando? Su energía emocional se ha activado, porque se creó una conexión
con un agujero negro emocional que ha armado un revuelo en su energía y les ha
hecho caer en picado. Después, tendrán que encontrar el origen de ese agujero
negro emocional, sanarlo y liberarlo, antes de poder llenarse de nuevas
energías.
Al contrario de lo que podrían pensar, los agujeros negros emocionales no son lugares carentes de energía emocional. Por el contrario, son lugares de nuestro cuerpo emocional donde (como ocurre con los agujeros negros del Universo), existe una concentración de energía muy densa, una reserva que contiene todo nuestro trauma emocional no resuelto. Nuestras memorias emocionales más dolorosas representan nuestros agujeros emocionales más profundos, y contienen mucha negatividad.
Al igual que los agujeros negros, drenan energía de todos los aspectos de
nuestras vidas. Pueden incluso convertir nuestras mejores épocas en momentos
difíciles, porque son un recordatorio constante de un pasado doloroso. Y tienen
puntos gatillo que pueden activarse fácilmente con las situaciones o con los
acontecimientos más insignificantes.
Los agujeros emocionales funcionan en dos sentidos. Por un lado, consumen nuestra energía mientras intentamos encontrar un antídoto para el dolor que sentimos y, por otro lado, alteran la energía de nuestro cuerpo para que todo nuestro campo se convierta en un reflejo de su energía. Cuanto mayor sea el trauma, más nos impactarán la frecuencia y la vibración de nuestros agujeros negros emocionales.
Dichos agujeros son también los espacios que intentamos llenar cuando
buscamos nuevas relaciones y personas que nos quieran. Esperamos que puedan
rellenar ese agujero que tenemos pero, como probablemente ya habrán notado,
todo lo que consiguen es hacerlo más grande, porque no pueden darnos algo que
aún no tenemos dentro de nosotros.
Recibimos y procesamos energía universal a través de
nuestro cuerpo emocional, y movemos esa energía a nuestro alrededor
constantemente. Pero nuestros agujeros negros emocionales son un recordatorio
continuo del dolor que podemos experimentar cuando corremos riesgos emocionales
o cuando abrimos nuestros corazones. De manera que, creamos una zona de confort
energético y movemos pequeñas cantidades de energía dentro de la misma
frecuencia de vibración, generalmente alrededor de la energía de nuestros
agujeros negros emocionales.
Entonces, cuando necesitamos realizar algún cambio significativo y transformar nuestra antigua energía emocional (lo que supone tener que reconocerla y liberarla de forma consciente e intencionada desde nuestro cuerpo energético, para que otra energía pueda ocupar su lugar), algo tiene que llamar nuestra atención.
Es así como creamos un acontecimiento en nuestra vida que nos permita ver dónde estamos limitando nuestro movimiento de energía, y también qué tipo de energía requiere que hagamos un cambio significativo, no uno pequeño y cómodo.
Cuando necesitamos sanar la energía de nuestros
agujeros negros emocionales, los recordatorios nos llegan de formas que
difícilmente podamos ignorar. Siempre que pedimos un cambio, llega también a
nosotros aquello que nos ayuda a cambiar. Después, sólo tenemos que hacer el
trabajo.
Es en este punto cuando continuamos adelante, o bien
abandonamos; cuando debemos estar dispuestos a confiar en que no fracasaremos
si intentamos elevarnos hasta alcanzar la alegría, la paz, el amor y la
abundancia que queremos en nuestras vidas. Nuestros agujeros negros emocionales
nos frenan y crean una intensa vibración negativa que afecta a todo nuestro
campo energético. El hecho de liberarlos permite que pueda acceder a nosotros
otro tipo de energía más satisfactoria y que podamos integrarla también en
nuestras vidas.
Si ahora podemos percibir todo esto, es porque estamos
experimentando descargas de alta frecuencia y de energías tan elevadas que toda
nuestra energía negativa se activa como respuesta. Debemos estar dispuestos a
liberarla para hacer así espacio a esa vibración más elevada. Esta es una parte
importante de nuestro viaje de Ascensión. Nuestra disposición a alcanzar ese
nivel de sanación, de liberación y transformación es un paso valeroso en esa
dirección.
Traducción: Rosa García
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
Muy interesante y de gran utilidad este artículo, pues sí, debemos ascender y para eso es preciso conocer las causas que nos lo impiden. Gracias por tu ayuda.
ResponderEliminar