TRANSICIÓN DEL ALMA DENOMINADA "MUERTE"
Y PÉRDIDA DE SERES QUERIDOS
EN LOS TIEMPOS POR VENIR
Aurelia Jones y Adama
Porque
pronto habrá tantos cambios en este planeta, y
muchas almas han tomado
la opción consciente, a
nivel del alma, de dejar su encarnación física
en este
tiempo, sé que muchos de ustedes estarán encarando
la transición
física de uno o más de vuestros seres
amados. Ellos son los que han
tomado, en este
determinado tiempo de su evolución, una opción
distinta a
la suya para la trayectoria de su alma, y es mi
deseo animarles para
que empiecen a ver la transición
del alma que ustedes llaman “muerte”
desde una
perspectiva diferente.
Todos
ustedes saben que no hay tal cosa como la
llamada “muerte”. Por
supuesto, hay una transición del
alma de una experiencia humana en un
cuerpo físico a
otro estado, percibida como muerte, pero en última
instancia, esto es para el alma simplemente una
transición.
Para
dicho ser, es casi siempre un tiempo de gran
alegría, ofrecimiento,
libertad y reunión con otros
aspectos de uno mismo. Es un tiempo de
liberación,
reflexión y nuevos inicios, y nunca un acontecimiento
catastrófico.
Una
vez que usted entienda completamente esto, no se
permitirá un período
de aflicción, pues esto es la
manera en que honramos la energía de los
que se han
ido, pero nunca jamás se sentirá otra vez triste por
alguien
que se ha ido.
Usted
estará cómodo con la decisión tomada por su
ser amado, y aprobará
plenamente la opción que él ha
tomado de alejarse. Usted le agradecerá
por el tiempo
de vida que compartieron juntos en su encarnación, y
verdaderamente le bendice, a su manera, hacia una
nueva experiencia,
conociendo muy bien, en su
corazón, que la separación es solamente una
ilusión
en la mente de la tercera dimensión.
Usted
sabrá, sin duda, que puede verles y estar con
ellos otra vez en
cualquier momento en los planos
internos, y que las conexiones con los
seres que
ustedes aman nunca podrán ser rotas a lo largo de la
eternidad.
Los
que se aman muy profundamente en una
experiencia encarnada, son
generalmente aquellos que
se han conocido, amado y encarnado en las
experiencias de vida del otro por infinidad de tiempo.
Usted ha
experimentado la pérdida física del otro
repetidas veces, y se han
encontrado y vivido como
amigos o familia, repetidamente.
A
veces, la transición o muerte ocurre aparentemente
por un accidente o
debido a un crimen, una guerra o
un acontecimiento natural que usted
llama una
tragedia.
Todas
las transiciones, no importa qué forma tomen,
son planeadas por el alma
en otra dimensión. Estas
decisiones se toman por varias razones, según
la
trayectoria del alma o el equilibrio de la
responsabilidad kármica
que ha decidido el que ha
elegido irse al otro lado del velo.
A nivel
del alma, para aquel que ha decidido dejar, esto
es generalmente un tiempo de gran emoción y él o ella
casi no pueden esperar por una nueva
experiencia y
aventura del gran viaje llamado “vida.”
Aquí
está la historia de una mujer bien conocida por
nosotros, que perdió a
su único hijo en un accidente
automovilístico. Ella estuvo totalmente
devastada por
esa pérdida, y no podía regresar a un estado normal de
equilibrio emocional.
Finalmente,
ella me pidió canalizar a Adama de Telos
para entender y descubrir por
qué tal tragedia había
sucedido en su vida. Ella veía ese acontecimiento
como una gran injusticia, y deseaba perseguir a quién
ella sentía
responsable de la muerte de su único hijo.
Aquí repito lo que Adama le contestó, a través de mí.
También
deseo compartir que esta respuesta le dio una
gran revelación y una
cura para su corazón. Leyendo el
mensaje de Adama, ella pudo dejar el
dolor y la pena
de manera rápida. Ella pudo mirar la vida otra vez con
alegría y renovada esperanza, sabiendo que su hijo
está bien y vivo en
el otro lado del velo, amándola más
que nunca, y haciendo exactamente lo
que su alma
quería hacer después.
Siento
que es importante que ustedes entiendan más
profundamente este proceso
de transición que llaman
“muerte.” Sabemos que muchos de ustedes, antes o
después, se encontrarán en una situación similar en su
vida o en la
vida de alguien de su alrededor.
Para
aquellos que abrazan completamente esta
comprensión en su corazón y
alma, ustedes podrán
consolarse con una verdadera maestría cuando se
enfrenten con una situación similar en su vida. Usted
también podrá
confortar a otros de su alrededor que
todavía no han abrazado el
privilegio de una
comprensión tan clara de la transición física.
Ahora los dejo con la historia.
Aurelia Louise Jones
Adama contestó desde Telos:
Querida Hermana Lemuriana.
Soy
vuestro hermano y amigo Adama. Es un placer
para mí comunicarme contigo
este día, de corazón a
corazón. Así como te abro mi corazón, pido
también
que tú me abras tu corazón a mí también, y a la verdad
de tu
ser.
Siento tu profundo dolor y sufrimiento por la pérdida
de tu querido hijo.Es una reacción normal que el
corazón de una madre se aflija por la pérdida de su
niño.
Por
favor, querida hermana, es importante que te
permitas sentir el dolor y
la pena, pues no es sano, ni
física ni espiritualmente negar o reprimir
el sufrimiento.
Cuando
estés lista, después de un tiempo, será aún
más importante que dejes
ese dolor y te muevas en
alegría. La vida debe ir adelante para todos,
pues esta
nunca termina.
Tú
tienes un hermoso corazón abierto, hermana
querida, y el dolor por la
pérdida de tu querido hijo es
un catalizador que está asistiendo a tu
corazón en
alcanzar una mayor apertura.
Tú sabes, querida, que no hay tal cosa como la muerte.
Es una ilusión de la percepción en la tercera dimensión.
Si tú pudieras percibir más allá del velo, sabrías que tu
hijo está vivo, bien y más conocedor que nunca antes.
Tu
hijo ahora tiene la capacidad de entender sus
defectos hacia ti, cuando
estuvo en la expresión física,
y se le ha concedido el permiso de estar
más cercano a
ti y a tu corazón, de lo que nunca lo estuvo mientras
vivió en la Tierra.
Él
está completamente enterado del profundo y
verdadero amor que tú
sientes por él, y su propio
corazón está mucho más abierto. Él también
entendió
que no devolvió tu amor de la manera que debía
haberlo hecho,
de la manera que tu esperabas, y esto
le está motivando fuertemente, de
este lado del velo,
para verificar las lecciones aprendidas para cuando
regrese en su encarnación siguiente.
Tú
has tenido miles de encarnaciones en este planeta
en el curso de tu
evolución, y has tenido miles de
niños. Tú has encarnado con muchos de
ellos una y
otra vez, y de verdad, nunca has estado separada
mucho de
aquellos con los que tenías conexiones de
corazon.
Tu
hijo ha sido parte de tu vida muchas veces antes, y
él estará otra vez,
especialmente cuando los velos
entre las dimensiones se vayan
diluyendo.
En los años por venir, los velos desaparecerán
completamente, y estarás de nuevo frente a tus seres
amados, cara a cara.
En
un futuro no demasiado distante, al comprometerte
con tu ascensión,
podrás experimentar la gran alegría
de encontrarte un día, cara a cara,
con todos aquellos
que han salido del mundo físico. Tú estarás de nuevo
con ellos, en forma clara sin tener que dejar tu cuerpo
físico.
¡Puedes
imaginar el espectáculo y éxtasis que esta
gran reunión creará! Es parte
del plan, amiga mia. Deja
que la vela del amor y de la esperanza siga
ardiendo.
Siente la presencia de tu hijo alrededor tuyo, y siente el
amor que él ahora te está devolviendo.
Desde
su transición, él ha ganado mucha más
comprensión de la que tenía
mientras estaba en su
cuerpo físico. Tu hijo solicitó al consejo Kármico
de
Luz,un permiso para estar a tu lado muy a menudo, y
también que le
fuera permitido ser tu guía, para darte
asistencia hacia tu próximo paso
evolutivo.
Yo, Adama, te pido que dejes ir el sentido de tragedia.
Por
lo que concierne a tu hijo, el “accidente” que tuvo
pudo parecer por
azar, pero es sólo en apariencia. El
hombre con quien tuvo el
“accidente” fue sólo un
instrumento de un acuerdo kármico.
Entiende que a
menos que hubiera una decisión a nivel
del alma de parte de tu hijo en
los planos internos para
terminar su encarnación y moverse al nivel
siguiente,
el “accidente” no habría ocurrido. En última instancia,
no
hubo “accidente”, sino el trabajo efectivo de una
decisión del alma para
un dar un paso evolutivo.
A
nivel del alma, no era hora para tu hijo de ir adelante
en el proceso
de ascensión, como tú misma has
escogido. Había muchas cosas que
necesitaban ser
resueltas desde una perspectiva distinta.
Al saber que habría sido extremadamente difícil para él
trabajar con estas cosas desde la experiencia
encarnada, prefirió irse.
Habiendo
elegido dejar su cuerpo en ese tiempo, tu
hijo ahora está teniendo la
tremenda oportunidad de
prepararse, con una sabiduría y comprensión
mucho
mayores, para sus metas y destino para su próxima
encarnación.
Él
volverá otra vez, en algunos años, como un
maravilloso niño del “Nuevo
Mundo” para dar gracia al
planeta y asistir a otros. En su encarnación
siguiente,
el estará mucho mejor equipado emocionalmente para
realizar
sus sueños. Él podrá lograr las metas de la
agenda de su alma con una
facilidad mucho mayor de
con la que habría podido hacerlo en este
tiempo.
Entiende
que habiendo escogido la opción de irse
ahora, él podrá ascender en la
próxima vida sin todos
los dolores, dificultades y penas que habría
encontrado si hubiera permanecido.
Y
debido al gran amor que tú le has ofrecido,
sosteniéndolo, le has
ayudado enormemente en la
recepción de esta dispensación especial para
su
próxima encarnación. Él está muy agradecido por el
amor que le has
ofrecido tan incondicionalmente
mientras él estuvo en forma física.
Entiende
que tu hijo está honrándote por ese amor
incesantemente. Él te está
asistiendo en la preparación
del camino para tu regreso a casa, tu
ascensión.
Porque
tú amas a tu hijo tan profundamente, sin
contenerte, entonces permite
ahora que él dé su paso
siguiente, respetando su decisión.
Desde
nuestra perspectiva y la perspectiva de la
agenda del alma, dejar la
encarnación fue para él una
decisión oportuna, correcta y positiva.
Tu
hijo te ama mucho y desea de verdad verte feliz y
con alegría. Tu hijo
no desea que niegues tu pena sino
que aceptes su partida como la mejor
cosa que habría
podido sucederle en ese tiempo.
Él está diciéndote en este momento:
“Mamá,
yo sigo estando vivo y me siento mucho mejor.
La vida es maravillosa
aquí, y me estoy preparando
para nuestra próxima reunión, que será
física y
tangible. No pasará mucho tiempo hasta que volvamos
a vernos de
nuevo cara a cara, y sabrás que nunca me
he ido. Durante mi aparente
ausencia de la vida física,
toma este tiempo para amarte a ti misma,
mucho mas
que antes, y para transformarte en todo el amor que tú
eres, y
luego sigue avanzando hacia tu alegría y
vitalidad. Ésta es tu próxima
tarea.”
Tu hijo desea que contemples más que nunca tus
sistemas de creencias alrededor de la experiencia de
vida llamada “muerte.”
Este
acontecimiento es también una oportunidad para
crear, dentro de uno
mismo, un nuevo salto en la
conciencia como resultado de la transición
al mundo
siguiente.
Pregúntate:
¿existe algo llamado “muerte” o es
simplemente una transición de una
experiencia física a
una mayor realidad? ¿Realmente “poseo” a mi hijo, o
él pertenece a Dios (a lo que Es), como el resto de las
almas en
evolución aquí y en todas partes? ¿Era mi
papel como madre ante todo
apoyar y ayudar a su alma
en una experiencia de encarnación en la Tierra
por un
tiempo, y por ello, hemos creado enlaces de amor que
vivirán por
toda la eternidad? ¿Mi hijo realmente “ha
muerto” o está vivo y más
vibrante que nunca en otro
plano de consciencia? ¿Es nuestra separación
permanente o una mera ilusión temporal? ¿Puedo yo
elegir vivir en el
amor y en el abrazo de mi Divina
Presencia y realmente gozar de mi vida
otra vez sin mi
físicamente presente en la Tierra, o elegiré
experimentar dolor haciendo mayor mi pena en lugar
de desapegarme y
dejarlo ir?
Queridísima
hermana, yo conozco tu corazón y
extiendo mi amor a él profundamente.
Acepta el regalo
de Paz de Adama y avanza hacia tu alegría.
Piensa
en la muerte del cuerpo de tu hijo como la
oruga que nació a una nueva
vida y se convirtió en una
feliz mariposa. Conviértete tú también en una
mariposa, y pronto, los dos estareis jugando,
divirtiéndoos y riéndoos
juntos… en el jardín de Dios.
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