Translate

martes, 2 de octubre de 2012

Amor Incondicional






AMOR INCONDICIONAL


 Por un Hopi


Eres único, diferente a todos los otros.
Sin reserva ni duda, permito que estés en el mundo como eres, como estás, sin 
un pensamiento o palabra de juicio. No veo error alguno en las cosas que puedas decir 
y hacer, sentir y creer, porque entiendo que te estás honrando a ti mismo, al ser 
y hacer lo que es verdad para ti. No puedo recorrer la vida con tus ojos, ni verla a través 
de tu corazón. No he estado donde tú has estado, ni experimentado lo que tú has 
experimentado, viendo la vida desde tu perspectiva única.

Te aprecio exactamente como eres, siendo tu propia y singular chispa de la conciencia 
infinita, buscando encontrar tu propia forma individual de relacionarte con el mundo. 
Sin reserva ni duda, te permito cada elección para que aprendas de la manera que te
 parezca más apropiada. Es vital que seas tu propia persona, y no alguien que yo,
 u otros, piensen que “deberías” ser. En la medida de mi capacidad, sin denigrarme 
o ponerme en un compromiso, te apoyaré en eso.

No puedo saber lo que es lo mejor para ti, lo que es verdad para ti, o lo que necesitas,
 porque no sé lo que has elegido aprender... cómo has elegido aprenderlo...
 con quién... ni en qué período de tiempo. Sólo tú puedes sentir tu excitación interna,
 y escuchar tu voz interna. Yo sólo tengo la mía.

Reconozco que, aunque sean diferentes entre sí, todas las maneras de percibir y 
experimentar las diferentes facetas de nuestro mundo, son válidas. Sin reserva ni duda,
 admito las elecciones que hagas en cada momento. No emito juicio sobre esto,
 porque es imprescindible que honre tu derecho a tu evolución individual. 
Porque eso da poder a ese derecho, para mí y todo el resto.

A aquéllos que elegirían un camino que no puedo andar, o que no andaría y, aunque
 elija no añadir mi poder y mi energía a ese camino, nunca te negaré el regalo de amor,
 que Dios ha concedido para toda la creación. Así como te amo, seré amado. 
Como siembro, así recogeré.

Sin reserva ni duda, te permito el derecho universal de libre albedrío, para 
andar tu propio camino, creando etapas o manteniéndote quieto, cuando 
sientas que es apropiado para ti. No se puede ver siempre el cuadro más amplio 
del Orden Divino, y no emitiré juicio sobre si tus pasos son grandes o pequeños...
 ligeros o pesados... o si conducen hacia arriba, o hacia abajo.  Porque eso sólo sería 
mi punto de vista. Aunque vea que  no haces nada, y juzgue que esto es indigno, 
yo reconozco que puede que seas el que traiga una gran sanación al 
permanecer en calma, bendecido por la luz de Dios.


Porque es el derecho inalienable de toda vida, el elegir su propia evolución y,
 sin reserva ni duda, reconozco tu derecho a determinar tu propio futuro. Con humildad,
 me postro ante la comprensión de que el camino que veo que es mejor para mi, 
no significa que también sea lo correcto para ti. Lo que yo creo, no es 
necesariamente verdad para ti. Sé que eres conducido como yo lo soy. Que sigues 
tu excitación interna para conocer tu propio camino.

Sé que las muchas razas, religiones, costumbres, nacionalidades y creencias 
en nuestro mundo, nos traen una gran riqueza, y nos procuran los beneficios y 
enseñanzas de tal diversidad. Sé que aprendemos en nuestra manera única, para 
devolver ese amor y sabiduría al Todo. Entiendo que si sólo hubiese una forma de
 hacer algo, sólo necesitaría haber una persona.

Apreciaré tu luz interior única, te comportes o no en la manera que considero que 
deberías, o creas en las cosas que yo creo. Entiendo que eres verdaderamente mi hermano
 y mi hermana, aunque hayas nacido en un lugar diferente y creas en diferentes ideales.

El amor que siento es por absolutamente todo lo que existe. Sé que cada cosa viva 
es una parte de una conciencia y siento un amor profundo por cada persona, animal, 
árbol, piedra y flor, cada pájaro, río y océano y por todo lo que existe en todo el mundo.

Vivo mi vida en servicio amoroso, siendo el mejor Yo que pueda, haciéndome 
más sabio en la perfección de la Verdad Divina, haciéndome más feliz, más sano y,
 cada vez, más abundante y gozoso.

Aunque a lo largo del camino me gustes, sienta indiferencia por ti o me disgustes, 
no voy a dejar de amarte, de honrar tu singularidad y de permitirte ser tú. Ésta es la
 llave  de la paz y armonía en nuestras vidas y alrededor de nuestra tierra. 
Éste es el broche  del amor incondicional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario