Nuestra existencia planetaria
está pasando de una realidad a otra a un ritmo muy acelerado. Mucha gente dice
que esto se debe a la evolucionada posición de la tierra en el hiperespacio y
una nueva calidad de luz que nos está llegando a través de nuestro sol físico.
Parece que algo está definitivamente fusionando y sintetizando los sistemas de
energía de nuestro mundo para su definitiva repolarización en
una nueva sinergía.
El
significado de sinergía es
mezclar elementos diversos y previamente separados dentro de un todo unificado.
Una cosa es cierta: dentro de nosotros existe una disposición motivadora para
reunir y trabajar juntos. De hecho, estamos convergiendo en una resonancia más
holística impulsada por un tema muy profundo llamado ‘unidad’.
A través de nuestra morfogénesis, estamos
aprendiendo cómo vivir mediante el principio del uno, reconociendo
constantemente que todo es parte de un todo unificado e interconectado. Esta
plenitud sagrada y omnipotente se encuentra presente en todos lados. Lo
que se percibe como “caos”, es un producto de su orden natural. La
divinidad no lucha contra nada; ni tampoco está en conflicto. Simplemente
ES, aceptando todo. Estamos hechos en esta imagen y semejanza.
Cuando
consideramos todos los aspectos de nuestra singularidad como parte de un todo
unificado, entonces ese todo puede fluir a través de nosotros, nos apoya e
influye a todos los que nos rodean. Dejamos de ver las cosas predominantemente
desde la lente de dualidad que muestra blanco o negro y comenzamos a ver desde
el punto de vista holístico multidimensional. Nos damos cuenta de que hay
muchos significados y potenciales para la misma cosa.
Para hacer
auténticamente este cambio, es necesario empezar en casa. Nosotros mismos
debemos despertar completamente del sueño de la dualidad y liberar nuestras
percepciones divisorias. Esto se refiere principalmente a la forma en que nos
encajonamos a nosotros mismos a través de autocrítica y ataduras a la identidad
de género. También estamos buscando la forma en que nuestra analítica mente
humana nos sujeta a la limitada secuencia lineal.
Es a través el equilibrio
de 'funcionamiento de cerebro integrado’ que estamos iniciando una nueva
genética humana de mayor inteligencia. Cuando aprendemos a fundir y fusionar nuestros
pensamientos para tener acceso a la claridad y aptitudes organizadoras del
cerebro izquierdo, combinadas con la capacidad intuitiva del cerebro derecho y
su habilidad de ver el panorama completo, otra dimensión perceptiva emerge.
Las diversas partes del cerebro comienzan a trabajar armónicamente en
conjunto, resonando en las mismas frecuencias e incitando que las vías neurales
se impulsen de manera muy diferente. La resultante renovación vibratoria nos mueve a una
resonancia más sostenible, la cual nos permite recibir el apoyo y percibir
desde la idea de la ‘diversidad de unidad’.
Cualquiera
y cada una de las formas en que tu visión y tus sueños te reflejen el
entendimiento de tu propio ser coherentemente conectado, esto se verá reflejado
en tu mundo exterior. Cuando
te des cuenta de que eres parte del todo, entonces, la influencia del todo es
lo que te apoyará más fácilmente y sin esfuerzo.
Desde la
consistencia de sentir 'en sinergía
con la vida', nos podemos elevar por encima de
la ilusión y la separación y nunca volveremos a caer en ella. Funcionamos
con mayor efectividad en el mundo externo porque nuestro fundamento está
anclado en una conciencia más pura, la cual es emocionalmente libre de las
cosas de naturaleza dualista.
A través de la sinergía, estamos
empoderando nuestra soberanía personal para vivir plenamente como realmente
somos y disfrutar de la libertad que proviene de esta expresión.
Es entonces que podemos aceptar plenamente y amar a todos incondicionalmente
basándonos en el auténtico ser de cada uno y la expresión de su alma que está
experimentando la vida en este inigualable salón de clases llamado Tierra.
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