36- FRATERNIDAD DE ANDRÓMEDA
miércoles, 4 de junio de 2014
A
los tripulantes de Urantia:
Somos
de la Constelación de Andrómeda Rex. Venimos en son de Paz a dar una mano de
servicio a la evolución urantiana. Estamos en el aura planetaria terrestre
desde hace miles de años, pero otros llegaron antes que Nosotros, y fueron
“ELLOS” los sembradores de la Vida biológica y espiritual que animó ‘las
formas’. Fueron ellos los “Portadores de Vida”. Nosotros acudimos al Llamado
del Alma de Urantia, “GAIA”, en un tiempo en el cual ya muchas civilizaciones
humanas habían tenido su simiente y desarrollo en Urantia.
Llegamos para sembrar conciencia en una
Humanidad pronta a desaparecer en las Manos de la Gran Purificación.
“Lo rescatable será rescatado; lo rescatable es LA
CONCIENCIA”.
Meditad en ello.
Lo que no es conciencia
será desarticulado para devolver sus elementos constitutivos a cada plano de
vida correspondiente.
Nosotros ayudaremos en “el
rescate” de las ALMAS, pero aquellas entidades humanas que no han llegado a
salvar sus almas, es decir, en quienes no se ha podido gestar LA CONCIENCIA
AUTOCONSCIENTE ,(y esto queda demostrado en sus acciones destructivas,
violentas y desprovistas de toda luz de conciencia), en quienes no se encuentre
ningún hálito de vida consciente, sino tan solo animalidad y bestialidad, serán
desarticulados y devueltos sus elementos al gran Almacén de la Vida Material
del Universo.
Esto es lo que se llama
“segunda muerte” o “muerte del alma”.
Lo que no muere es la
Mónada, la ‘Chispa Espiritual’, pero la
muerte del alma implica la pérdida del Ego Sum, es decir, de la “consciencia de
ser”, y esto determina el regreso de las Mónadas implicadas hacia las
formas primitivas de vida para “reaprender” todo nuevamente, desde los umbrales
de la Evolución, en un Ciclo próximo y en una Cadena evolutiva de otra Escuela
Planetaria que permita el ingreso de esas Mónadas para acceder a una “nueva
oportunidad”.
Nada se pierde, todo
evoluciona; pero lo decimos y lo afirmamos: La “muerte del alma” existe, y
sucede cuando la gestación de la conciencia,
basada en la comprensión consciente, se ha interrumpido en sus inicios y ya no
ha progresado más, cortándose el hilo argentado que une al Espíritu con las
regiones de la materialidad álmica humana.
Cuando este ‘hilo’ o
‘triple canal’ que une lo superior con lo inferior en el Hombre se corta,
debido a que no existen frutos de comprensión que hayan podido fortalecer esa
conexión, y debilitándose cada vez más el canal, finalmente se corta, entonces,
la muerte del alma sucede; porque la muerte del alma es la ausencia de toda
posibilidad de razón, de conciencia, de luz, de sensibilidad, de amor, de
entendimiento. Tal es la condición de muchos humanos en la Tierra.
Cuando un ser humano se ha
degradado de tal manera que no hay ya rastro de conciencia sensible en él, sino
tan solo actos mecánicos instintivos y “desalmados”, entonces, sucede lo
inevitable y la Mónada finalmente se libera de su prisión material para seguir
otra ruta. Pero entiéndase bien: No hablamos de una desconexión entre alma y
personalidad (con lo cual el alma tendría la posibilidad de próximas
reencarnaciones), sino de una desconexión definitiva y total entre la Mónada o
Espíritu y el alma humana, con lo cual ya no habría más posibilidad de
reencarnaciones humanas debido a la desintegración de la “Burbuja álmica”. Esto
sucede con aquellas almas que, al final de un Ciclo, no han podido aprovechar
la ‘Individualización’ obtenida para que se pudiese gestar la Conciencia del
Yo, hasta llegar a la Conciencia Crística, que eterniza al alma.
Existen hoy en la
Humanidad de superficie terrestre muchos miles de humanos que no poseen ya
conexión con la Mónada, por que el ‘hilo argentado’ se ha cortado. Estos son
“entes humanos”, no hombres, ya que tienen de hombres solo la apariencia
física, pero no la razón, ni el Espíritu animante, por lo cual no es justo
llamarlos “Hombres”, porque el verdadero
Hombre es la Mónada espiritual, la cual se reviste de las envolturas de energía
que manifiestan el ‘alma’, y más materialmente, a la persona humana de carne.
Por lo tanto, decimos que
existen “entes humanos” en vuestra Humanidad que ya están viviendo el proceso
llamado “la segunda muerte”, y otros que ya están ‘sin vida’, pero aún pueden
seguir un tiempo sobreviviendo del prana elemental en sus cuerpos físicos. Esta
es la causa de casi todos los casos de depravación, barbarie y genocidio que
veis alrededor del mundo. Los ‘actores’ son, en un porcentaje mayor, entes
humanos sin alma, que están viviendo sus últimos momentos de materialidad
instintiva antes de que la Gran Purificación arrase con una gran Ola de Fuego
a todas estas entidades, para devolver a la Materia de cada plano sus
elementos, y allanar así el terreno a nuevas creaciones en un Ciclo posterior.
Nosotros hemos venido a ayudar durante el proceso de la Gran
Purificación. Este proceso ya ha comenzado; mucho se está removiendo en los planos
astral y mental con la acción del Fuego Purificador que ahora está circulando
por el aura planetaria de Urantia. Este FUEGO está removiendo “los cielos” (la
mente) y “la tierra” (físico y astral), quemando todo lo que no es conciencia y
que se opone a las Leyes Naturales, es decir, llevando a un “caos” necesario,
para extraer del mismo todo lo que es “luz” de conciencia.
El Fuego Solar, al arder
en la oscuridad, desintegra y reacomoda los elementos devolviendo cada cosa a
su justo lugar, es decir, a su correspondiente plano.
El Fuego Solar desorganiza
a la oscuridad y la vuelve “nada”; debilita la maldad y la desintegra porque
desorganiza sus elementos constitutivos y la vuelve inoperativa. Cuando cada
elemento vibracional que conformaba lo que llamáis “maldad” vuelve a su plano
indiferenciado de materia universal, el mal desaparece, porque ya no tiene
“entidad”.
(Un análisis más detallado dejará entrever que el mal ciertamente no
existe como “ser”, como “esencia”, en vista de que es un conjunto de elementos
que adquieren “identidad” y movimiento propio; y esto significa que cuando esos
elementos son desarticulados del conjunto, la “identidad” del mal se pierde,
porque no tiene esencia verdadera. Lo verdadero es el Espíritu, que es Unidad,
porque su esencia jamás muere, pero sí puede recrearse a sí mismo, manifestando
cada vez más ‘conciencia consciente’.)
El Fuego Solar o Fuego
Purificador por excelencia proviene desde el centro de la Galaxia, pero conecta
a la vez con el gran Fuego Central en el Corazón del Universo Local, desde
donde el CRISTO UNIVERSAL emana olas de irradiación magnética de Su Presencia.
Nosotros integramos el Cuerpo Celeste del Cristo Universal y
estamos a Su servicio, por eso podemos decir que mientras el Cristo Universal
irradia Su Fuego desde el Corazón del Universo, como Soberano Regente de la
Vida, Nosotros somos sus manos y pies en los mundos distantes; y ahora estamos
en Urantia, ejerciendo Su Voluntad para el Bien de la Vida.
La Humanidad
urantiana forma parte de un gran experimento cósmico de vida
evolutiva para la generación de CONCIENCIA.
Este concepto no es nuevo,
pero deberéis entender entonces, de acuerdo a ese concepto, que cuando los
“ciclos de oportunidad” se cumplen, todo lo que no ha llegado a transformarse
en Luz de Conciencia debe
necesariamente desintegrarse, ya que será el remanente, es decir, “residuos”
del gran experimento de la Vida. Pero esto no significa “muerte”, sino
simplemente “fin de etapas”, porque la Vida, que es Espíritu y Conciencia,
jamás se detiene y siempre está progresando.
He aquí la clave:
VIDA ES CONCIENCIA
Si
entendéis esto plenamente, entenderéis todo lo demás…
Estamos
con vosotros, hombres de la Tierra, en esta última etapa de un ‘ciclo racial’(1) que abrirá nuevos
capítulos de experiencias. Pero antes que eso llegue “el zarandeo energético”
será necesario, para que queden en ‘el tamiz’ tan solo aquellas unidades de
vida cualificadas como “CONCIENCIA”. Estas unidades de vida son las que
calificarán para proseguir procesos evolutivos que requieren etapas
posteriores. El resto, lo que el tamiz no retenga, es energía que será devuelta
a sus respectivas esferas dimensionales de existencia, sirviendo de materia
para futuras creaciones.
Todo
obedece a ciclos y procesos que funcionan de acuerdo a Leyes Universales, y
todo está regido por el AMOR. No dudéis jamás de esto. Nosotros estamos al
servicio de Esa Presencia.
Permaneced
en Paz y con actitud reflexiva en estos últimos tiempos de Purificación
Planetaria. “Los justos serán recompensados”,
dijo el Señor cuando caminó como humano por la Tierra. No dudéis de esto.
Permaneced “justos”.
Siempre
al servicio del Sol Universal:
LOS ANDROMEDANOS
1-
Ciclo
racial: En la presente gran
Rueda evolutiva deben aparecer 7 razas, cada una de las cuales está compuesta
por 7 subrazas. La actual Raza Humana en la Tierra es la Quinta, la ‘Raza Aria’
(aunque en la Humanidad existen remanentes humanos de razas anteriores, Lemur y
Atlante también). En lo que va de la Raza Aria, ya han aparecido 5 subrazas. La
5° subraza es la Anglosajona o Teutónica, la actual, aunque ya han comenzado a
aparecer humanos de las 6° y 7° subrazas de la Raza Aria. Mientras la subraza
5° se polariza en el desarrollo del intelecto, las 6° y 7° subrazas son como
‘un anticipo’ de las cualidades que despertarán en las razas posteriores; es
decir, son seres más intuitivos y espirituales.
Como ya están apareciendo las últimas subrazas de la actual 5° Raza, puede entenderse el concepto de que estamos en ‘el final de un Ciclo Racial’.
http://fraternidad-cosmica.blogspot.com.ar/2014/06/36-fraternidad-de-andromeda.html
guau, me gustó mucho, gracias por compartir, bendiciones.
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