HABLA
JESUS DE NAZARETH
Y EL CONSEJO DE
ARCÁNGELES
Por
María Ruso – (Adehenna)
5-3-2014
Yo soy Jesús
de Nazareth, y acompañado por el Consejo de Arcángeles, os anunciamos el mayor evento de Luz, que os podéis imaginar, y que ya esta
en marcha sobre vosotros.
Nuestra cercanía
es inminente, y junto al Consejo de Arcángeles,
hemos decidido cubrir todos los detalles,
para sosteneros en este proceso
planetario de Ascensión.
En primer lugar,
consideramos que aunque veáis
caos a vuestro alrededor, y aparentemente pensáis que estáis
solos ante tanta injusticia, y el
desorden generalizado, os produce desconcierto e inseguridad.
Estoy con
Vosotros, amados hermanos, en vuestros corazones, mas cerca que nunca. Y debéis aprovechar esta apariencia oscura ,
para tener calma. Os pido que me busquéis, y en lo
mas sagrado de vuestro ser, os daré la calma y la paz que necesitan.
Esto es necesario, porque necesito ahora mismo, que
vuestras almas se dispongan a
canalizar la luz entrante, que os
llevará a la transformación de vuestros
cuerpos sutiles, y pasar a otra dimensión
mas elevada.
El momento es Ahora, mis amados, y las almas dispuestas
comenzarán a percibir los cambios
inmediatamente, pues en la luz todo es posible.
En la
densidad que os circunda, si os aferráis
a las injusticias, y el desborde,
quedareis atrapados, como moscas a la
tela araña, y no podréis salir.
Las puertas del cielo están abiertas de par en par, pero
para entrar, se necesita que os elevéis, y comencéis a vivir en otra dimensión.
Todo es vibración,
vosotros sois luz, y ya sabéis como
despertar esa luz en vosotros.
Sois
Luz, sois conciencia infinita, y vuestra consciencia de tercera dimensión, no os ayuda en estos casos. Está sujeta a un ego reprimido,
que no os permite ver lo que en verdad sois.
Sois humanos, pero llenos de luz en vuestro interior. Sois la luz de mi consciencia,
que se debe manifestar en vosotros
Ahora.
Os entiendo, hermanos amados, estáis aturdidos, y desanimados. Pero allí es cuando vosotros desde el ego, ya no podes hacer mas nada por vosotros mismos.
Aquí, Yo soy la luz, y mi luz os espera, mi luz y vuestra
luz, en
comunión, es la que anunciará los nuevos cambios.
No utilicéis
métodos ya caducos. Simplemente, vuestro corazón lleno de amor, y la entrega absoluta.
Os deseo
llevar a otros tiempos, cuando
llevé un cuerpo humano. Al principio, cuando todavía era adolescente, y percibía, los destellos de Luz que mi Padre Creador me
hacia ver en mi,
tenia los mismos miedos, desconfianzas, inseguridades, que vosotros. Y conocía cual era mi misión. Me preguntaba como podría afrontar semejante proeza, si tan solo era un
hombre humano.
Solo el Amor
a mi Padre, que me sostenía en cada momento, y la absoluta confianza y Fe, y
la plena convicción que debía llevar la
Luz de mi Padre.
En aquellos tiempos, también había caos,
persecuciones, miseria,
injusticias. Pero solo
hablaba con mi Padre, como ahora lo hago con vosotros,
y dejaba los silencios, para que el me hablara.
Tenéis que aprender a
escuchar, no a vuestra mente. Los silencios hablan. En el silencio,
detenéis el tiempo, y en el no
tiempo, podéis escuchar.
Vosotros estabais
también conmigo, y ahora estáis aquí de nuevo, por decisión propia.
Os
aliento a recordar, os aliento a
que me busquéis. Vosotros pertenecéis a mi Familia, sois mis hermanos, y deseo veros de regreso a casa. Ya solo falta un velo por quitar.
Si, vosotros sois mi familia. Muy pronto,
al entrar en una dimensión mas elevada, comenzarán a separar el trigo de la cizaña,
comenzaran a recordar , y querrán ver como en una visión, vuestras vidas pasadas.
Encontrarán las respuestas a todos vuestros
interrogantes, y comprenderán como si usaran
una linterna enfocando la luz a
vuestras enredadas existencias. También verán
que para estar aquí ahora, han
sido tinieblas y han sido
luz.
Sentirán
estar en el lado opuesto, se pondrán los zapatos de otros, comprenderán sus miserias. Pero no sentirán culpa, ni remordimiento, sino lastima de vosotros mismos, de no haber comprendido a tiempo, y no ver la
luz en el otro, y dejaros llevar por la vorágine del ego, que
satisface una tranquilidad interior aparente, os crea esa ilusión a la cual os entregáis.
Luego el perdón, necesario,
pero ofrecido desde lo mas profundo de vuestros corazones. El verdadero perdón, el perdón compasivo y misericordioso. Entonces vuestra oscuridad se transformará
en luz. La luz brillará en este pasaje de cuarta dimensión, para abordar niveles mas elevados, donde pasar
de 5d a 6d es solo un suspiro. Porque allí, nos existen
las sombras, todo es luz. Y desde la séptima morada, en adelante, la unificación es el premio alcanzado, la desmaterialización absoluta,
ya la fusión a la luz.
Cuando dejé mi cuerpo humano en la Cruz, y glorioso me vi, lleno de luces, pero
visible, ante los ojos de María
Magdalena, sentí su amor que llegaba a mi,
como, olas de ternura. Sentí su temor,
su dolor por mi, pero el amor fue mas grande. Y
luego vi a mi Madre, y me pasó lo
mismo. Pero mi cuerpo de luz debía brillar aun
más, y ver a mis discípulos en la barca.
Es inevitable,
que como humanos no sintáis esos sentimientos.
Pasando los días,
mi cuerpo se torno mas lucido, casi imperceptible a la vista de mis hermanos. Pero aun
estaba allí, al lado de
ellos. Quería secar sus lágrimas, pero no podía. Los abrazaba en los sueños,
algunos me sentían y se despertaban
con los recuerdos de los
momentos que habíamos pasado juntos.
Mi
madre, mi amada Madre, ella percibió mi presencia siempre, y comenzó
el dialogo mas profundo y sincero. Desde el corazón, prepare a mi Madre, para su ascensión en
cuerpo y alma a los cielos.
Esta preparación, vuestra preparación, está llegando a su fin, OS LLAMO A LA LUZ.
Y EL Consejo de Arcángeles que se encuentra junto a mi, os quiere decir
que están rodeados de ángeles. Ángeles de todos los reinos, a vuestra disposición. Están parados junto a vosotros. Escuchad sus
señales. Os guiarán de la mano en este pasaje tan bello y glorioso que os aguarda.
Nos
despedimos amados hermanos, y os pido:
leed bien estas vibraciones, y tratad de
ver mas allá de las palabras, que cuando comencéis a leer, los mismos ángeles y
arcángeles están abriendo vuestro corazón
y vuestra alma.
Yo soy Jesús
de Nazareth, vuestro hermano que os ama.
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